Algo sobre la depresión y nuestra película diaria


Definitivamente manejar la decepción no es algo común en el ser humano, sin embargo, es lo que más hacemos toda nuestra vida. Las noticias tristes aparentemente nos dejan un vacío en el pecho y en la vida, pero si esperamos un poco, las noticias sólo son noticias, no buenas ni malas, el problema es la expectativa.
Hoy recibí una noticia que parecía muy mala y me llegó un sentimiento de tristeza y decepción que me duró toda la mañana. Luego me dieron ganas de quedarme en casa y recostarme un rato, más tarde me di cuenta que ya eran las 4 de la tarde y no había desayunado. ¿Qué hice todo ese tiempo? Me sentía con desesperanza, falta de energía y claro, una pérdida de interés en la vida. ¿Tan mala era mi noticia?, aparentemente sí. Al día siguiente me pasó lo mismo y a ello se agregó un dolor de cabeza. Hoy me di cuenta que esos son síntomas de la depresión. A pesar de que no lo sabía, estar deprimido es un trastorno común y grave del estado de ánimo. Me puse a leer un sitio recomendado sobre información médica y me encontré que el Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos, dice que yo estoy deprimida (bueno, eso leí yo al revisar los síntomas). El sitio decía que una de cada diez personas en ese país padece depresión y que un 8% de ellos no recibe ningún medicamento o bien, que quienes reciben medicamento muchas veces no lo necesitan.
Al día siguiente antes de levantarme traté de concentrarme en que ese día sería distinto. En realidad sólo me vi a mi misma contenta, sonriendo y haciendo todas las cosas que me gustan. Bajé un pie de la cama y me vestí sin mucho empeño. Comí un poco de yogurt e hice una lista de cosas que podría hacer, tenía muchas. Coloqué la más factible en primer lugar y fui acomodando todas con ese orden. Tenía 13 cosas que quería hacer y toda la vida para lograrlo.
En realidad mi vida no era tan mala. Al hacer una lista de pendientes, también inicié una de cosas que sí había logrado durante mi vida y al parecer soy muy afortunada. No me había dado cuenta que tengo también muchos amigos, gente que me desea lo mejor, que se pone contenta si le digo que estoy bien y que se entristece si estoy mal. Me di cuenta que no me duele nada, que los resultados que recogí hoy de la clínica dicen que estoy perfecta de salud y además, la enfermera creyó que tenía menos edad.
Estuve reflexionando sobre las expectativas, la forma en que las personas etiquetamos la vida, los eventos que nos pasan como buenos o malos, cuando en realidad no tenemos la historia completa de nuestra vida ya escrita, es decir, cuando vemos una película nos damos cuenta si al protagonista le ocurre algo malo o bueno solo hasta que se acaba la película, no antes. Entonces, si nosotros no hemos visto la película completa, ¿cómo sabemos que nos están pasando cosas buenas o malas? ¿Cómo sabemos que no hay otras situaciones futuras que nos van a dejar grandes enseñanzas y felicidad en nuestra vida? Pues no lo sabremos sino hasta que hayamos visto al menos el 80 por ciento de nuestra película y para eso solo nos queda esperar.
Mañana no sé si tendré buenas o malas noticias, pero hoy decidí que ya no tendré más, ni buenas, ni malas. Decidí que no me dará tiempo, ni miedo pensar en que a veces tendré situaciones que no me dejarán tranquila, pero también tendré muchas otras para estar contenta. Es algo así como dejar que la vida te vaya sorprendiendo conforme avanza, ¿tienes un minuto amargo?, bueno, piensa que tendrás dos muy dulces, luego tal vez dos amargos y uno dulce. El recuento podrás hacerlo solo hasta el final de cada día, luego sumas los días buenos, uno a uno y verás que serán muchos más de los que creías. Yo hoy ya me siento mejor, espero que tú también.
Datos importantes sobre la depresión los encuentras en:



Comentarios