¡Año nuevo, futuro nuevo!


Hoy está iniciando un nuevo año en el calendario Gregoriano.  1 de enero del año 2018 y ya son once horas con dieciséis minutos y cuarenta segundos que estoy en él.  Ayer estuve revisando mi lista de cosas que me sucedieron en el año 2017 y noté con gusto que no se cumplieron muchas aquellas que escribí como deseos, aunque muchas otras que ni siquiera pensaba, ahora me hacen estar contenta. Desde hace algún tiempo, escribo al empezar el año aquellas situaciones o deseos que quiero para mi vida ese año que inicia. Escribo lo que deseo hacer, sentir o lograr, para que al terminar el año, pueda revisarlas y en una columna a la derecha escribir cuáles de esos sueños sí se lograron y cuáles no. Anoche me di cuenta que muchas cosas han pasado desde que escribí como un deseo bajar de peso, ahora no me importa bajar de peso tanto como estar saludable. Antes me importaba terminar de pagar mi carro y ahora quisiera para mí tener un negocio propio; antes me deseaba viajar y ahora quiero formar una familia. Conforme voy pasando por los años, las cosas van tomando un curso más tranquilo. Nuestras vidas tienen un ciclo de crecimiento del que poco debemos preocuparnos, lo importante es tener claro qué estamos haciendo con esas horas, minutos y segundos que tenemos de salud, porque lo normal es morirse y ya.


Hoy está iniciando mi año otra vez con muchos deseos: pensar, sentir, decir y actuar coherentemente es el principal. Los deseos que me deseo son temporales, lo sé, porque la vida que estoy eligiendo vivir me llevará por  situaciones de todo tipo. Con algunas seguramente estaré batallando y con otras gozando; uno de esos días me sentiré triste y en otros inmensamente feliz, algunas veces estaré dudando y en otras caminaré firme. Los sueños y el futuro los tenemos a la mano con nuestro día con día. Los decretos que hagamos de nuestra vida lo son en el instante en que los nombramos y luego se vuelven azar. La interacción con los decretos de los demás nos irá moldeando hasta que algunas cosas se vayan sin extrañeza, mientras que otras vendrán a alegrarnos la vida. No te angusties por lo que viene, no guardes espacio para la preocupación, pero sí para la esperanza. La vida es tan valiosa que en su cuidado se nos debe ir ella misma. Arma tu lista de deseos y sueña con ellos. Piensa tu futuro como si fuera hoy mismo y luego vive coherentemente hacia él, verás que al pasar este año es divertido releer a donde te llevó esa marea fabulosa que es la comunidad humana. 

Comentarios

  1. Doctora Ross: como siempre es un placer leerte, la experiencia que me aportas me da siempre elementos para ganar claridad, muchísimas gracias y todo el éxito para este año 2018. Atte. Georgina Alcantar.

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  2. Mil gracias Gina. Te mando un abrazote... feliz año nuevo.

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